domingo, 29 de agosto de 2010

Un nuevo ataque contra el derecho a manifestarse en El Aaiún



Hoy hemos emitido, desde Coalición Canaria, un comunicado en el que condenamos la detención de 14 activistas canarios por parte de la policía marroquí en El Aaiún y exigimos al Reino de Marruecos que respete los derechos que amparan a los ciudadanos que reclaman pacíficamente la autodeterminación del pueblo saharaui y acate la legalidad internacional.

La detención de los 14 canarios que participaban en una protesta pacífica contra la ocupación del Sahara supone un nuevo ataque de las autoridades marroquíes contra la libertad de expresión de aquellos que defienden los derechos de los saharauis y exigen que se celebre un referéndum de autodeterminación.

Reclamamos al Gobierno de España que exija una explicación a las autoridades marroquíes sobre la carga policial contra los activistas canarios dado que supone una vulneración de sus derechos.

Consideramos, además, que el Gobierno de España debe tomar nota de este nuevo incidente y no permitir que sus ciudadanos vuelvan a quedar en total desprotección ante el incumplimiento de los derechos internacionales por parte de las autoridades marroquíes en los territorios ocupados.

martes, 24 de agosto de 2010

NO a todo


Comprendo que algunos entiendan que la labor de la oposición debe consistir exclusivamente en oponerse a todo lo que propongan quienes gobiernan, pero me parece inaudito que un partido anuncie que votará en contra de un proyecto que ni siquiera se ha redactado.

Es lo que han hecho hoy los socialistas canarios. Han anunciado que se opondrán al presupuesto de la Comunidad Autónoma de 2011 pese a que se trata de un proyecto que ni siquiera ha sido aprobado por el Gobierno de Canarias.

Oponerse al Presupuesto sin conocer su contenido no sólo es un disparate sino que retrata a un partido que, desde el minuto uno de esta Legislatura, ha dicho no a todos los proyectos que ha impulsado el Ejecutivo que preside Paulino Rivero.

Es inaudito que el PSOE, que ha impulsado el mayor tijeretazo aprobado durante la etapa democrática en España, utilice como argumento para oponerse al presupuesto de Canarias de 2011 que disiente de los supuestos recortes que, según ellos, va a aplicar el Gobierno en materia social.

Aconsejo a los socialistas canarios que actúen con la sensatez y el compromiso que el presidente del Gobierno del Estado, José Luis Rodríguez Zapatero, reclama al resto de las fuerzas políticas en las Cortes Generales y eviten recurrir a la demagogia y a la ficción para decir “no” a un documento que aún no ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno.

Es una paradoja, además, que el PSC se oponga a unos presupuestos que estarán marcados por los recortes que Gobierno socialista de Zapatero obliga a aplicar a las Comunidades Autónomas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El Estatuto que nos merecemos


Una de las vías que, a mi juicio, debe reactivarse con firmeza es la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias. Me consta que, en tiempos de crisis, subrayar la necesidad de esta reforma genera cierta controversia, pero considero que se trata de un proceso necesario e imprescindible si queremos avanzar hacia una Canarias más sólida y con una arquitectura que nos permita contar con las herramientas necesarias para construir, desde las Islas, nuestro propio futuro.

En la pasada legislatura, mientras otras Comunidades Autónomas lograban forjar mayorías suficientes para reformar sus Estatutos, en Canarias fuimos incapaces de lograr el apoyo necesario para contar con una norma que nos aportará un mayor autogobierno y una menor dependencia de los vaivenes de la política del Estado.

Canarias no sólo precisa gestionar sus puertos y aeropuertos y contar con un instrumento imprescindible para su desarrollo como plataforma tricontinental como es el comercio exterior. Canarias necesita definir la integridad de su territorio (tierra y mar) y tener acceso a los recursos marítimos que existen en las aguas “internacionales” que separan unas islas de otras.

Como ven, un debate como la reforma del Estatuto, que muchos sitúan en la esfera política para desacreditarlo, es imprescindible para generar más riqueza y abrir nuevas vías de desarrollo en nuestra economía.

El Estatuto es nuestra herramienta más sólida para expandir nuestro desarrollo con todas las garantías. No es una cuestión baladí ni un capricho. Es la válvula que Canarias necesita para garantizar el éxito del modelo económico hacia el que nos encaminamos.

De la misma manera que la reforma del Régimen Económico y Fiscal es una demanda que nos une a todos, el debate sobre el Estatuto de Autonomía debe articularse con el mismo rigor y el mismo consenso si queremos contar con todas las patas sobre las que se debe sustentar nuestro archipiélago.

Todo el arco parlamentario y todos los agentes económicos y sociales, sin excepción, estamos llamados a emprender un proceso de diálogo de gran calado si aspiramos a contar con un sistema cohesionado y fuerte y si, en el marco del Estado, queremos defender, en un futura reforma de la Constitución, que Canarias cuente con un estatus especial como el que ya tenemos en el Tratado de Lisboa.

Un estatus que nos permitirá contar con un tratamiento específico y diferenciado y que nos servirá de coraza para minimizar los efectos de futuros periodos de crisis.

No obstante, ese proceso, que cuenta con muchos recelos y una elevada dosis de miedo escénico, sólo será posible si todos actuamos con la seriedad y la valentía que requiere un debate como este.



martes, 10 de agosto de 2010

No podemos perder ni un minuto


Cierto es que, como comentaba en la entrada anterior, la crisis ha impulsado a las administraciones a priorizar las políticas sociales para dar respuesta a los casos que precisan del apoyo de las víctimas de la recesión económica. Y así será hasta que el plan de emergencia activado por todas las instituciones consiga mitigar la situación de desamparo en la que viven muchas familias.

Sin embargo, una sociedad que aspira a alcanzar una mayor amplitud de miras y a ofrecer un futuro más optimista no puede ni debe congelar los planes que nos permitirán ser más fuertes en un futuro.

El empleo, el bienestar social, la educación, la sanidad y la vivienda seguirán figurando hasta que sea necesario en lo más alto del orden de prioridades de nuestros gestores, pero Canarias no puede perder ni in solo minuto en el desarrollo de las bases sobre la que se cimentará nuestro futuro.

Aquellos que sólo piensen en el presente y aplacen para mañana el debate sobre cómo serán los cimientos del nuevo archipiélago, cometerá un grave error.  No es la primera vez que Canarias vive una situación similar, pero esta vez tenemos la oportunidad de aprender de los errores del pasado y no sustituir un monocultivo por otro.

Vivimos tiempos duros en materia económica y de mucha hostilidad entre quienes debemos consensuar qué queremos que sea Canarias. Todos, unos con más empeño que otros, tratamos de buscar soluciones para ofrecer respuestas a corto y medio plazo, pero considero que donde no debe haber fisuras es en el diálogo y en el trabajo que debemos acometer sin dilación para edificar el futuro que nos espera.

En Canarias hemos demostrado a lo largo de esta legislatura que el consenso es posible y que, pese a las diferencias, podemos trazar en una misma mesa cuál es la camino que debemos andar para dejar atrás nuestro pasado marcado por la dependencia de un número limitado de productos y abrir las puertas hacia un modelo diversificado y más competitivo.

Nos encontramos a tan sólo diez meses de un nuevo proceso electoral y, como todos sabemos, la historia siempre se repite. Seremos testigos de debates encarnizados y acusaciones estériles que sólo servirán para enturbiar el ambiente social y político. Cada partido construirá sus propios mensajes para atraer al mayor número de electores y muchos abrirán el baúl de los insultos y las descalificaciones absurdas para tratar de obtener  los mayores réditos políticos.

Y es en este punto donde, como presidenta de Coalición Canaria, hago un llamamiento para que el inevitable debate en clave electoral no nos reste fuerzas para no perder ni un solo minuto en cumplir nuestras verdaderas obligaciones. En Canarias debemos seguir trabajando juntos hasta el último segundo y actuar con la sensatez y la cordura que nos exige una situación inaudita y que, desgraciadamente, afecta a muchas familias.

En caso contrario, seremos unos irresponsables y contribuiremos a que se  agrave el divorcio que, en estos momentos, existe entre la ciudadanía y los políticos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Podemos hacerlo y lo haremos

La gravedad de la recesión económica que vivimos ha alterado la hoja de ruta diseñada por todas las fuerzas políticas hace tan sólo tres años y ha hecho pedazos promesas electorales que la crisis ha impedido cumplir por las secuelas de una visita cruel e inesperada.

Hemos pasado de vivir un crecimiento constante de todas nuestras variables económicas a una caída en picado de todos los indicadores que nos ha obligado a cambiar el orden de nuestras prioridades para dar respuesta a los ciudadanos que han sufrido con mayor crudeza los efectos de una crisis furiosa y devastadora.

Miles de canarios y canarias han pasado de la noche a la mañana de la prosperidad al duro trance de vivir con el miedo que infunde la ausencia de esperanza y la larga travesía en el desierto hostil del desempleo. Todos, sin excepción, hemos sido testigos de las lágrimas de familiares cercanos, amigos y vecinos que se han visto abocados a una situación a la que son incapaces de poner remedio.

Todos hemos asumido, unos con mayor resignación que otros, que nada volverá a ser igual que antes. Que tendrán que pasar algunos años más para que la tristeza que se ha apoderado de nuestra sociedad dé paso a un rostro más amable y optimista.

Este mismo escenario de tormentas y nubarrones se vive en Canarias y en cualquier pueblo o ciudad de España, Europa y el resto del mundo. En todas partes, con raras excepciones, se han perdido casas, empleos y se han cerrado empresas. En todas partes viven con el mismo acongojo que nosotros no ser capaces de ofrecer las respuestas para salir de un atolladero que se ha cobrado muchas víctimas.

Sin embargo, y pese al pesimismo que palpamos en las calles y en los estudios de opinión, no menos cierto es que esta recesión cruel e insensata dará paso a una nueva etapa en la que Canarias volverá a reinventarse a sí misma para apostar por nuevos sistemas de producción y dar un salto cualitativo en nuestro sistema económico y educativo.

La Canarias que saldrá de esta crisis será un territorio menos dependiente y contará con una generación más y mejor capacitada para afrontar los apasionantes retos de un mundo que apuesta por un nuevo modelo más sostenible y equilibrado y en el que convivirán el respeto al paisaje y la conservación de nuestras materia primas y el desarrollo de la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías.

No sé si seremos más ricos en términos económicos, pero sí contaremos con un territorio más competitivo para afrontar con más fortalezas que debilidades futuras recesiones económicas. Y esa es la línea en la que trabajamos..

Utilizaremos las potencialidades que ofrece nuestro territorio para el desarrollo de energías alternativas y nuevas tecnologías, y daremos a quienes liderarán el futuro todas las herramientas para que sepan hacer frente con decisión y valentía los retos de una nueva era.

Podemos hacerlo. Y lo haremos.