No sé si será por la euforia colectiva desatada por la victoria de la selección española de fútbol en el Mundial de Sudáfrica o por la asfixiante ola de calor. Lo cierto es que nos encontramos a 48 horas del debate más importante del año y la apatía generalizada que existe entre la ciudadanía demuestra que muy pocos esperan que en esta cita anual haya respuestas por parte del Gobierno o alternativas por parte de la oposición.
Nosotros esperamos que no sea un debate más. Y que no sea un monólogo entre dos políticos que mantienen más vivo que nunca su defecto de hablar y no escuchar. Dos líderes que confiamos que, en esta ocasión, no suban al estrado del Congreso con una ristra de mensajes de laboratorio con los que tratarán de convencer a los suyos de que al PP sólo le interesa llegar a La Moncloa o que el PSOE conforma un Gobierno caduco y sin ideas.
Esperemos que no asistamos el miércoles a un debate que nos suene a viejo sino que haya un punto de inflexión. Y que tanto unos como otros recapaciten sobre que sus estrategias no favorecen a los ciudadanos y que ha llegado la hora de aparcar la crispación y ofrecer respuestas serias a una crisis sin fecha de caducidad.
¿Qué esperamos nosotros? Un cambio en positivo. Un giro que permita a los ciudadanos visualizar con más optimismo el oscuro panorama que vivimos Y en esa línea nuestra portavoz hará una nueva reflexión sobre la importancia de que, en tiempos de crisis, unos y otros aparquen sus disputas y actúen con la responsabilidad que demanda la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Sin embargo, me temo que ni a un lado ni a otro lado del hemiciclo haya el más mínimo interés de poner un poco de mesura a la irrespirable crispación que vivimos a diario. En su mano está la oportunidad de demostrar que frente a la confrontación hay otra manera de hacer las cosas. Que el consenso es posible si entre todos existe disposición a dialogar y tender puentes. En caso contrario, seremos testigos de un nuevo episodio de una disputa que no conduce a nada. Esperemos que no.
Pues mucho me temo que será un debate más. Zapatero subrayará que al PP le interesa que se prolongue la crisis para sacar réditos electorales y los populares dirán que la recesión es la causa y efecto de la política del PSOE.
ResponderEliminarEvidentemente, no creo en los milagros y las estrategias de ambos están muy bien trazadas. Sin embargo, siempre nos queda la esperanza de que, tarde o temprano, entiendan que el consenso y la unidad es la mejor opción para avanzar. Sé que suena a utopía, pero es lo que yo pienso y lo que desea la inmensa la mayoría de los ciudadanos. Saludos
ResponderEliminarPues ya ves que fue un debate más. Ni vencedores ni vencidos. Los únicos que salen perdiendo son los ciudadanos
ResponderEliminar