martes, 20 de julio de 2010

Un verano calentito


Una de las escasas alegrías de las que hemos sido testigos desde que se desató esta devastadora crisis económica, wl crecimiento sostenido en la llegada de turistas a Canarias durante el presente año, puede verse seriamente enturbiada si se cumplen las amenazas esgrimidas por los controladores aéreos de que viviremos un “verano calentito”.

El repunte en las bajas médicas solicitadas por los controladores desde que cambiaron sus condiciones laborales ha hecho saltar todas las alarmas y todo apunta que detrás de este inusual hecho se esconde una huelga encubierta para mantener un nuevo pulso con el Ministerio de Fomento.

Las bajas de los controladores, un colectivo formado por unos 2.300 profesionales, no han dejado de crecer desde que comenzó el año. Los más de 1.200 días de baja de enero o febrero se triplicaron a partir de los meses de mayo (3.458 jornadas) y junio (4.315), según AENA. El repunte de las bajas coincide caprichosamente con la entrada en vigor del decreto ley que cambió sustancialmente sus condiciones de trabajo en febrero, más tarde ratificada como ley, según apunta el diario El País.

El Ministerio de Fomento, que actuó con valentía y rigor con la aprobación de la norma que puso fin a los privilegios de este colectivo, debe ser diligente y sustituir las bajas con inmediatez, mientras que los controladores deben reflexionar y actuar con la responsabilidad que exige una situación económica adversa en la que huelgas encubiertas como ésta tienen efectos colaterales que pueden poner en jaque a toda la economía canaria y a muchos trabajadores que han recuperado su puesto de trabajo gracias al incremento en la llegada de turistas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario