Aminatu Haidar cumple hoy 29 días en huelga de hambre y todos estamos pendientes de lo que suceda en la reunión que mantendrán esta tarde, en Washington, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la secretaria de Estado norteamericana, Hilary Clinton. Un encuentro en el que, según Zapatero, se abordará el futuro del caso Haidar.
Ambos deben mandar un mensaje nítido a Marruecos: que permita el retorno de Aminatu a su casa, junto a sus hijos, y que cumpla la legalidad internacional y el respeto a los derechos humanos.
Tiene que ser un mensaje contundente, sin medias tintas. España asume el día 1 de enero la Presidencia de la Unión Europea y no puede dar ni un paso más en el Estatuto Avanzado de Asociación de Marruecos si antes no se soluciona este caso.
He estado los dos últimos días en el aeropuerto de Lanzarote, junto a quienes apoyan diariamente a Aminatu, y cualquier atisbo de pesimismo es borrado de un plumazo por la propia Haidar, que transmite esperanza y fortaleza a todos aquellos que la acompañan en la zona habilitada en la terminal.
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