Estamos a tan sólo una semana de que finalice el año 2009 y es hora de hacer balance. Ha sido un año muy difícil para muchas familias canarias, que se han visto duramente afectadas por las graves consecuencias de la crisis económica mundial.
Todas las administraciones han tratado de mitigar los efectos de una crisis desconocida desde la Segunda Guerra Mundial, pero su empeño sólo ha servido para amortiguar unas cifras de desempleo alarmantes.
Sin embargo, no cejaremos en nuestro empeño. 2010 puede ser el inicio del fin de la crisis y todos, sin excepción, deberemos remar en la misma dirección para ofrecer una respuesta más eficaz a los ciudadanos, especialmente a aquellas familias que más sufren los efectos devastadores de la crisis.
Estamos en un periodo de reflexión y mi apuesta consiste en que todas las fuerzas políticas aparquemos las disputas partidistas y trabajemos unidos, sin fisuras. Ésa es mi esperanza para el año que recibiremos la próxima semana.
Un abrazo a todos/as y felices fiestas.
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