Celebramos hoy, un año más, el Día Internacional de la lucha contra la homofobia y la transfobia. Un día en el que se conmemora que, hace apenas 20 años, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud suprimió la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
No cabe la menor duda que, en los últimos años, se han dado importantes pasos para favorecer la integración y aislar las conductas homófobas, pero aún queda mucho trabajo que hacer.
Es imprescindible seguir avanzando, a través de la educación, en la lucha contra la violencia y las discriminaciones ligadas a la orientación sexual y la identidad de género.
Y, sobre todo, no olvidar dos datos escalofriantes: en 80 países, ser homosexual es un delito y en 7 se puede aplicar, incluso, la pena de muerte.
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